Esta es una de esas noticias que te dejan el culo torcido.
Después del "incidente" entre el barco Sea Shepherd “Ady Gil” y un buque de la flota ballenera Japonesa, muchos medios habían asegurado el hundimiento del barco de los activistas antiballeneros. Pero parece que el “Ady Gil” aun sigue a flote, dejando un rastro de polémica tras de el (nunca mejor dicho).
Las autoridades japonesas han criticado al grupo de activistas del medio ambiente “Sea Shepherd” por el abandono de un buque en el mar, al parecer, con importantes fugas de combustible y desechos (es lo que suele ocurrir cuando partes en dos a un barco).
El Gil Ady fue inutilizado en una “colisión” con un barco ballenero japonés en el Océano Austral el pasado miércoles 6 de enero.
Portavoces de Sea Shepherd han afirmado repetidamente que el barco se había hundido, y el día 8 de enero, el grupo de activistas abandono la zona.
Las autoridades japonesas han publicado fotografías que muestran como los restos del Ady Gil aun continúan a flote en las aguas Antárticas.
Un funcionario del Instituto de Investigación de Cetáceos (dícese industria ballenera), declaro que una sustancia aceitosa posiblemente una fuga de combustible, salía de entre los escombros, “aumentando la preocupación de que Sea Shepherd estaba contaminado deliberadamente el medio ambiente antártico”.
Los barcos japoneses han rescatado partes del casco destrozado del “Ady Gil”. El Instituto de investigación de cetáceos (los balleneros) pidió a Australia y otros países, ayuda para evitar el sabotaje que sufren por parte de la organización Sea Shepherd.
Sin entrar a valorar la forma “poco pacifica” de actuar de los ecologistas y teniendo en cuenta los hechos acontecidos (el barco destrozado era de Sea Shepherd), las criticas japonesas no se sostienen. Una vez mas, el mundo del revés.
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