Han confirmado un segundo caso de tiburón que no necesita del macho para reproducirse. El primer caso de reproducción asexual, o partenogénesis, entre tiburones se descubrió en una cría de tiburón martillo hace seis años en el Zoológico Henry Doorly en Nebraska. El fenómeno de la partenogénesis ha sido comprobado en otras especies y aparece ahora la sospecha de que la mayoría, sinó todas, las hembras de tiburón posean también esta capacidad.
En un estudio publicado recientemente en la Revista de Biología Marina, los científicos han afirmado que las pruebas de ADN realizadas en una cría de un tiburón puntanegra del Centro Acuario Marino y Científico de Virginia demostraron que no contenía material genético de un macho.
El misterio médico empezó hace 16 meses, después de la muerte de una hembra tiburón puntanegra llamada Tidbit en el acuario de Virginia Beach. En mayo del 2007, el tiburón de 1,52 metros y 42,6 kilos murió debido a complicaciones por estrés relacionadas con su embarazo, estado que se desconocía y se descubrió cuando fue encontrada la cría (de 25,4 centímetros) durante la autopsia de Tidbit, lo cual sorprendió a los científicos del acuario, ya que no había existido ningún tiburón puntanegra macho en el acuario durante ocho años.
La partenogénesis es usual entre algunos peces, anfibios, reptiles y pájaros, y se sospechaba entre algunos tiburones en libertad. Los científicos que estudiaron los tiburones de Nebraska y Virginia dijeron que las crías adquirían un grupo de cromosomas cuando los de la madre se dividían durante el desarrollo del huevo y posteriormente ambos grupos de cromosomas se unían. Según los científicos, las crías nacidas a partir de la reproducción asexual tienen reducida su diversidad genética y es posible que estén en desventaja a la hora de sobrevivir en el mar. Una de estas crías por ejemplo, puede ser más susceptible a enfermedades y desórdenes congénitos.
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