Hace ya 8 años, en una visita a la ciudad de Madrid el actor Danny de Vito, haciendo gala de su humor ácido, comento: “Qué bonito es Madrid. Cuando encuentren el tesoro, avísenme!”
Ese comentario sarcástico, se ha convertido con el paso de los años en una frase lapidaria. Años antes de la visita de Danny de Vito a la ciudad de Madrid, ya sufríamos las obras y si regresara hoy mismo a la capital de España, se encontraría con el mismo panorama. Como si viviéramos dentro de la película “Atrapado en el tiempo”, el día de la marmota madrileña se repite en un bucle sin fin.
Esto que podría quedarse en una simpática anécdota, no hace más que retratar una realidad diaria que sufren todos los madrileños y los visitantes de la ciudad, desde hace décadas. Los atascos, incomodidades, caos y suciedad entre otras muchas cosas que producen las obras, dejan la expresión ¡Hasta los cojones! en una aproximación insuficiente para representar el animo de todos los que sufren Madrid.
“De Madrid al cielo”, ha sido irremediablemente sepultada por las obras, y remplazada por otra de las máximas madrileñas, “Madrid me mata”.
Plan Especial del Río Manzanares, Plan Especial Recoletos-Prado, Proyecto de Remodelación de la calle Serrano, peatonalización de Callao, Remodelación de Colon. Son algunos de los proyectos urbanísticos en el centro de la capital, que se acometen actualmente. A los que precedieron otras obras y a su vez a esas, otras, encadenando años sin un respiro, en un carrusel loco de obras del que no se ve el final.
Madrid es una ciudad preciosa, y lo será más en cuanto encuentren el tesoro. Danny de Vito dictó una larga condena sin saberlo, mientras seguimos con nuestra particular búsqueda de quimeras, la ciudad pierde irremediablemente, años tras año, la paciencia de sus ciudadanos y la esencia que la hizo especial, entre barro, zanjas y vallas de obra.
Para el desfogue de propios y extraños, dejamos este interesante artículo, con video incluido, de Elpais.com.
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