En Galicia todavía podemos aprovechar el buen tiempo que estamos teniendo en las primeras semanas del otoño, así que una vez más, cámara en mano, nos hemos acercado a otro de los hermosos lugares de esta tierra en los que uno se puede perder y disfrutar al máximo: CARNOTA.
El Concello de Carnota esta situado en la costa atlántica de la provincia de A Coruña, entre Finisterre y la Ría de Muros e Noia, a una distancia aproximada de 67 km de Santiago de Compostela, que se puede recorrer en aproximadamente una hora y media en coche.
En el Concello de Carnota se ostentan dos récords. Por un lado está la playa más extensa de Galicia (más de 7 km de longitud por uno de anchura) con la laguna de Caldebarcos.
El arenal de Carnota acoge comunidades vegetales de gran interés y bastante bien conservadas. Esto permite identificar la sucesión (desde la línea de playa hacia el interior) de dunas móviles embrionarias, semimóviles y fijas. Esta zona forma parte de la Red Natura 2000 y es, junto con el Monte Pindo, considerada como una zona LIC (Lugar de Interés Comunitario), y que son todos aquellos ecosistemas protegidos con objeto de contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres en el territorio consideradas prioritarias por la directiva 92/43/CEE de los estados miembros de la Unión Europea. Estos lugares, seleccionados por los diferentes países en función de un estudio científico, pasarán a formar parte de las Zonas de Especial Conservación, que se integrarán en la Red Natura 2000 europea.
Esta tarde hemos visitado la zona de "Boca do Río", una de las partes más hermosas de la playa de Carnota.
Esta tarde hemos visitado la zona de "Boca do Río", una de las partes más hermosas de la playa de Carnota.
El otro record que posee Carnota lo ostentan los hórreos, uno el de Carnota, junto a la casa rectoral, de 34,85 metros de largo y el otro en Lira.
Este importante monumento forma parte de un conjunto arquitectónico compuesto por el hórreo, la casa rectoral y la iglesia. Su autor, el arquitecto Gregorio Quintela, transformó en objeto de belleza una construcción de tipo funcional, como es un hórreo. El edificio data de 1768 y tiene aire barroco. Le ayudan a dar vistosidad al conjunto las hileras paralelas de los vientos, o las bien labradas capas y pies sobre los que se sustenta.
La cercana iglesia de Santa Columba es también un edificio barroco, de planta de cruz latina, con dos naves laterales. Su elevada torre fue un añadido más tardío. Esta iglesia sustituyó a una románica anterior, de reducidas dimensiones.
Si teneis oportunidad de poder contemplar con vuestros propios ojos este hermoso lugar, yo os diría que no dejaseis de hacerlo. Realmente vale la pena!
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