Hace más de un mes del accidente que dejó a 33 mineros enterrados en el desierto de Atacama, Chile. Desde el derrumbe, el pasado 5 de agosto en la mina San José, los mineros solo mantienen contacto con el exterior y se abastecen por el pequeño agujero de una sonda. Un cordón umbilical que físicamente les proporciona la vida a más de 700 metros de profundidad.
Con este curioso diagrama, todos podemos “imaginar” la extraña sensación que tendrán los mineros al depender de un pequeño orificio para sobrevivir.
Fuente,
newsweek.com
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