Ya sabemos que las bolas de golf son unas bolas de plástico con hoyuelos para mejorar su aerodinámica, consiguiendo así más estabilidad y velocidad.
Lo que nunca me imagine es que siendo tan duras, se pudieran deformar increíblemente al recibir un impacto. Cuando chocan con algo a 225 kh, se convierten en un chicle (cuidado con las cabezas en los campos de golf).
No hay comentarios:
Publicar un comentario