Usando un símil muy malo, los badenes de las carreteras son como las cárceles, no deberían de existir y a nadie le gusta pasar por ellos, pero que hacemos con los delincuentes.
Hay verdaderas montañas en forma de badenes por las carreteras del mundo, cada cual pone el que le parece bien y suelen estar mal diseñados. Aumentan el consumo, ralentizan el tráfico, dejan amortiguadores y bajos tocados, etc. Por otro lado, también hay gente que pasa por zonas urbanas a velocidades estratosféricas.
La solución podría llegar de la mano de badenes inteligentes, mientras tanto, podemos reírnos un ratito de nuestras desgracias.
Anuncio de la cadena de ferreterías alemana Toom, ofrecen un premio para sus clientes por el proyecto más creativo de bricolaje, el badén casero.
Lotto, the biggest risk of becoming a millionaire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario