Derribada la cúpula de la Cárcel de Carabanchel

Derribada parte de la estructura de la cúpula de la Cárcel de Carabanchel, durante la noche del sabado 25 de octubre

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Con la demolición de la cúpula de la cárcel de Carabanchel, se derrumba así también la lucha por conservar parte de la estructura central de la cárcel. Asociaciones vecinales y de ex presos políticos, el defensor del Pueblo, Enrique Múgica, el coordinador general de IU, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y personas de diversos ámbitos sociales y culturales. Se habían pronunciado a favor de la conservación de la cúpula y varias instalaciones. Que una vez restaurados albergarían un Centro para la Paz y la Memoria. Que recordaría la represión política de la dictadura franquista.


Como tantas otras situaciones en la que interviene la piqueta del derribo, la interpretación histórica o el dialogo social que suscita, se silencian rápidamente con la destrucción del objeto de la polémica.

Desgraciadamente sufrimos muchos casos de este tipo en Madrid, durante los últimos años. Una ciudad que vive sumida en obras y planes urbanísticos que nacen bajo la impunidad absoluta de intereses económicos y políticos. De espaldas a la realidad social sin el mínimo consenso entre ciudadanos, políticos y técnicos.

Como denunciarían este viernes “La Plataforma por un centro para la Paz y la Memoria en la antigua cárcel de Carabanchel”.


"A juzgar por el ritmo de las obras, parece que Instituciones Penitenciarias tiene la intención de enterrar lo antes posible la historia del sufrimiento que representó la dictadura y quiere hacer callar las múltiples voces que se han levantado contra esta barbaridad histórica".


“Recordar las atrocidades que cometimos para que la historia no vuelva a repetirse”.
No parece entrar dentro de las prioridades del Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de Madrid. Los cuales se repartirán los beneficios que se hagan con el uso de la superficie de la cárcel. Un polémico proyecto para la construcción de pisos, un hospital, zonas verdes y oficinas del Estado. Que no termina de gustar a la mayoría de las asociaciones vecinales.

Desde el jueves pasado, con la entrada de las maquinas necesarias para los trabajos de demolición. El uso de cualquier estructura de la cárcel de carabanchel estaba sentenciado a muerte. La espera y finalización de las obras que se realicen sobre los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel, apagara sin duda cualquier polémica en el futuro.

"Carabanchel no se tiene que olvidar ni destruir" tve Videolink

La Prisión Provincial de Madrid (Cárcel de Carabanchel), fue construida por presos políticos a principios de la década de los 40. Con la finalidad de albergar a los opositores del régimen franquista. Aunque años después la cárcel recluiría a presos políticos y comunes. La sexta galería de carabanchel se convirtió en el lugar donde los presos políticos cumplieron condena hasta la transición. Desde la excarcelación de los presos políticos hasta su cierre en 1999 siguió funcionando como cárcel de presos comunes.


Carabanchel ejerció sus funciones como penal y centro de represión política, bajo unas condiciones de vida infrahumanas, una construcción precaria y una masificación de reclusos que sobrepasaban por mucho, su capacidad inicial.

La polémica por la utilización de la cárcel de Carabanchel no debería convertirse en una lucha partidaria, puesto que en ella fueron represaliados por la dictadura de Franco, todo tipo de ideologías y personas. Carabanchel era un símbolo de la represión de una dictadura sobre el conjunto de la sociedad Española.


Ejemplos de memoria histórica y conservación de edificios protagonistas en crímenes contra la humanidad, como el caso de los campos de concentración nazis de Auschwitz-Birkenau (Polonia), Mauthausen-Gusen (Austria), La Escuela de Mecánica de la Armada (Argentina). Que se encuentran conservados total o parcialmente como recuerdo de las atrocidades allí cometidas y como museos para la paz y la concordia o protegidos para que en el futuro solo se puedan utilizar para esos fines.


Todo esto hace pensar que un mínimo de conservación de parte del edificio de la cárcel de Carabanchel, dentro de los cientos de miles de metros del recinto (mas de 20 campos de fútbol). Era una opción lógica y consensuada. Que no hubiese impedido futuros proyectos sobre la zona.


Nadie puede sorprenderse por lo ocurrido estos días en la cárcel de Carabanchel. El edificio cumple la última sentencia de muerte dentro de sus muros. Como un gran monstruo que se traga a si mismo, al final de una condena de diez años de abandono. Ajusticiado por parte de los políticos que no encontraron un proyecto coherente para sus instalaciones. Hoy con la caída casi teatral de la cúpula de la cárcel, “Carabanchel” se cobra su ultima vida.