miércoles, 13 de agosto de 2008

Medallero olimpico alternativo de china 2008


En nuestras particulares olimpiadas de Pekin 2008, china sigue cosechando Oros. Pisoteando los derechos humanos y principios fundamentales del hombre.

Porque por mucho que queramos mirar para otro lado, China es una dictadura y no podemos abandonar a sus principales victimas, los ciudadanos Chinos.

Cosas que producen vergüenza como ser humano. La represión de los disidentes políticos el exterminio y ocupación del Tibet la censura de la información nos deben recordar que estos juegos olímpicos están manchados con la sangre y la libertad de millones de personas.

Es una pena que esto suceda pero no podemos mezclar el orgullo chino por la organización de unos juegos olímpicos con la utilización mediática de ellos para el lavado de manos sobre las atrocidades que cometen los dirigentes Chinos.

China se merece una democracia que será posiblemente un camino lento y complicado pero totalmente necesario. Lo que jamás se merecerá China son unos juegos olímpicos teñidos por la política y la represión.

China esta imparable engañando y prometiendo mejoras que nunca llegan incluso se recrudecen por todo ello y por mas hoy recibe la medalla de oro a la represión periodística.




La dictadura china ha impedido que corresponsales extranjeros, informen sobre el atentado terrorista en la localidad de Kashgar contra una comisaría el pasado lunes 4 de agosto. Dejó dieciséis policías muertos y otros dieciséis heridos.

La oficina en Pekín de la Nippon Televisión Networl Corp. informó que dos de sus enviados fueron golpeados y detenidos por fuerzas paramilitares. Uno de ellos, Shinji Katsuta, resultó herido. El otro detenido es Masami Kawakita, un fotógrafo de 38 años que trabaja para el diario Chunichi Shimbun. Ambos fueron interceptados cuando trabajaban cerca de la comisaría que fue atacada.

Los paramilitares trasladaron a los dos japoneses hasta la habitación de un hotel cercano, donde fueron golpeados con violencia quitándoles el material grabado y rompiéndoles equipos. Según un informe emitido por el Club de Corresponsales Extranjeros de China, al cabo de dos horas fueron liberados.



Igualmente, un grupo de policías irrumpió en la habitación de un fotógrafo de AFP y le obligó a borrar las imágenes que había captado del área del ataque. Según la agencia, agentes vestidos de paisano siguieron y vigilaron a los periodistas mientras éstos se movían por Kashgar, donde la policía dio órdenes de cortar toda conexión a internet.

La ausencia de información independiente, unida a las denuncias de organizaciones de derechos humanos de que China exagera la amenaza terrorista para justificar su represión contra el pueblo uigur, ha suscitado dudas sobre la naturaleza del atentado. Hasta el momento, sólo se conoce la versión oficial ofrecida por la agencia estatal Xinhua.

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