Aun a riesgo de ser frívolo, no puedo contener el sentimiento de incredulidad y sorpresa por todo lo que rodea al accidente de Barajas. Hace ya unos días que todo el mundo quiere ser el primero en contar algo, salir en la televisión a cualquier precio, no se valora lo mas mínimo las repercusiones simplemente se vomitan datos. Señores hay una investigación en curso dejémosle trabajar. El ver como el propio juez que lleva la investigación se entera el último de las cosas, no es un buen inicio.
Por desgracia, no queda más que enterrar a las victimas, curar a los heridos y proseguir la investigación con minuciosidad y profesionalidad, el resto sobra. Es una vergüenza ver todo lo que arrastran estas tragedias, chupacamaras, oportunistas de los medios, rellenos de programación veraniega en las televisiones y sensacionalismo informativo. Entre otras muchas cosas mas de dudable tacto.
Se suponía por desgracia que Madrid tenía experiencia en estas cosas pero parece ser que es el hombre, el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Regresando al tema al que me quería referir, viendo la televisión no pude dejar de fijarme en algo que contrastado con el fondo de la situación, me pareció paradójico y surrealista, parece ser que este accidente pillo a mas de una en mal momento y a medias de unas vacaciones muy singulares, las clínicas de estética. La verdad es que la visión me dejo perplejo, la mezcla en estos momentos, aunque fuera meramente visual (que cada uno haga lo que quiera con su cuerpo) de la frivolidad de las operaciones estéticas con 150 victimas y gente hospitalizada luchando por su vida, confieso que me dejo ligeramente asqueado.
En política parece ser que el modelo Nicolas Sarkozy o Berlusconi esta de moda, parece que visual e ideológicamente andamos de rebajas, en un todo vale circense.
Pero reconozco que estos días la visión de la Princesa Letizia Ortiz y Esperanza Aguirre, con sus perfiles bellamente cincelados al regreso apresurado de sus vacaciones rejuvenecedoras. Me ha impactado, como un tren de mercancías, contrastado con el drama que Vivian las victimas del accidente. Me hace pensar que este mundo, algunas veces es peor que un manicomio.
Letizia ante su evidente operación de septorrinoplastia “quizás el desarrollo de los acontecimientos no permitía otra salida” a comunicado oficialmente desde la casa real. Que se opero por razones de salud, para corregir problemas respiratorios (aparte de comentarse que puede tener algún que otro arreglillo).
Doña Espe (con mas espacio para maniobrar) digamos que la rejuvenecieron las vacaciones, milagrosamente por supuesto.
Con todo esto solo pretendo hacer una reflexión, la vida es sencilla y tremendamente compleja en la que nada es lo que parece y todo se mezcla. Quizás aparte de los sentimientos humanos que todos poseemos, también guardamos una indiferencia ancestral al mal ajeno.
Por desgracia en estas situaciones, siempre habrá una mirada furtiva al reloj, pensando: Que termine pronto, tengo hora en la peluquería.
Mucho animo a los familiares y victimas que tengáis mucha suerte, la necesitareis para sobrellevar toda la porquería que nos caerá encima apartir de ahora.
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