sábado, 14 de junio de 2008

Prevenir atentados terroristas: Perdida de derechos fundamentales, libertad e intimidad?


Primero se llevaron a los negros, pero a mí no me importó porque yo no lo era.

Enseguida se llevaron a los judíos, pero a mí no me importó porque yo no lo era.
Después detuvieron a los curas, pero como yo no era religioso, tampoco me importó.
Luego apresaron a unos comunistas, pero como yo no soy comunista, tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí. Pero ya es tarde.

Bertolt Brecht



Sobre el tema de los recortes de nuestros derechos por el fantasma del terrorismo internacional, se podrían escribir miles de líneas, llenar cientos de páginas de blogs y Webs. Podríamos poner informes de inteligencia, seguridad, antiterrorismo, lo que opinamos cada uno del tema y lo que deciden nuestros legisladores y gobernantes. Se podría poner todo esto y mucho más, y no terminaríamos nunca. Creo que todo el mundo llega a la conclusión, que hay medidas “correctas” como que las cabinas de los aviones estén blindadas o que viajen agentes en los vuelos, que se controle que nadie transporte explosivos o armas en aviones barcos autobuses etc. Que nadie pueda ir a un mercado e inmolarse entre cientos de personas, nadie diría lo contrario, que la justicia y la policía actué con contundencia sobre grupos terroristas y se sigan las normas de un estado de derecho, Nadie niega eso y por eso tal vez se usa erróneamente.

¿Todo esto tiene un precio? ¿Que sacrificamos en este camino? perder toda nuestra intimidad, que seamos vejados en todo tipo de registros corporales, que se graben nuestras conversaciones, no importa porque o quienes seamos, que no podamos tener ningún tipo de derecho, en suposición de que seamos delincuentes o que podamos delinquir. Creo que la lógica, la razón y la ley, siempre viajaba en el un sentido, en proteger y velar por nuestra seguridad y derechos. Ahora el perro que cuidaba el rebaño, se a convertido en lobo y dejar al lobo al cuidado de las ovejas, es la solución mas rápida, la mas entupida y la mas fraticida de todas. Quizás, aleja a otros lobos (que no es así) pero a costa de perder tanto, que es estéril e inútil.

Sin perder mas tiempo en contar cosas, que creo que todos sabemos, dejo aquí un caso que resume lo que esta pasando, el continuo aumento de restricción de derechos y facilidades para vulnerar la intimidad, la perdida de algo tan importante como es la libertad y la intimidad del ciudadano. No importa lo que hagas, el color de tu piel, donde naciste, tu religión o creencias, si permites que nos quiten nuestros derechos nos convertirán en presuntos terroristas y como tal seremos tratados.


Referencia del blog de David Raya, enfermo de fibrosis quística y diabético.
Pero ante todo persona y como tal reclama sus derechos nuestros, derechos.


Cita: David Raya discurso ante el Parlamento Europeo.


Este es el discurso que finalmente pronuncié ante el Parlamento Europeo:

Apreciados comisionados y eurodiputados,

Mi nombre es David Raya y los médicos sólo me dieron un par de meses de vida al nacer. Por suerte, les he contradicho y ya tengo 27 años. Nací con Fibrosis Quística, una enfermedad genética, degenerativa, incurable, que va destruyendo poco a poco los pulmones, páncreas y el hígado.

Las estadísticas dicen que la esperanza de vida para enfermos como yo es de 31 años, así que, según estos augurios, sólo me quedarían cuatro años de vida. Por eso comprenderán que tenga cierta urgencia para asuntos como este. Aunque estoy seguro de que volveré a contradecir las estadísticas.

Estoy condenado de por vida a tomar más de 40 pastillas diarias. Además de otros muchos medicamentos que son líquidos, y por eso estoy hoy aquí.

Al día siguiente de que entrara en vigor la normativa que modifica las medidas de seguridad en los aeropuertos de la Unión Europa, yo tomaba un vuelo de Berlín a Barcelona.

Me topé de frente con una normativa que no había sido debatida públicamente, basada en unos supuestos intentos de atentados, y que había sido declarada secreta por unas más que cuestionables medidas de seguridad.

Tan secreta era la norma que la Policía consultaba el mismo folleto informativo que yo. ¡Me iba a aplicar la normativa basándose en un tríptico informativo! Mis insulinas, mis antibióticos, mis aerosoles y mi máquina de vaporizar la medicación se habían convertido de la noche a la mañana en armas de destrucción masiva y yo, en un supuesto yihaidista, con un master en Química para poder mezclar todos mis medicamentos y crear un explosivo.

Por cierto, algunos de los medicamentos que tan alegremente manipularon policías y agentes de seguridad en el aeropuerto de Berlín, después se tienen que inyectar en vena.

No hace falta que les diga lo arbitrario que resulta aplicar una normativa secreta, ¿verdad? Les pongo un ejemplo. Aparte de enfermo de fibrosis quística, soy diabético. Llevo siempre conmigo una lata de coca cola porque es lo que más rápido recupera los niveles de azúcar en la sangre. Más que las galletas, los zumos o el pan. Pero claro, la coca cola no es un medicamento ni la prescriben los médicos. Pero puedo sufrir un coma diabético si no me la tomo a tiempo. Pues bien, en algunos aeropuertos la coca cola ha podido subir conmigo y en otros aeropuertos, ha sido declarada peligrosa y sospechosa de terrorismo.

Una vez pasados los controles de seguridad se pueden volver a comprar líquidos sin límites de cantidad. ¿Cada uno de esos líquidos se han revisado antes de ponerse a la venta? ¿Uno por uno?

Por otra parte, para poder subir a los aviones ahora tengo que enseñarle mi informe médico a los policías y vigilantes de seguridad de los aeropuertos. Un historial médico que, por cierto, es confidencial, o debería serlo. Es un informe sumamente complejo, que ni yo mismo entiendo al 100 por 100. ¿Están capacitados los policías y vigilantes para entenderlo?

Como ciudadano europeo y como miembro del colectivo de enfermos crónicos, siento que esta normativa vulnera mis derechos. Es una norma absurda, ineficaz, discriminatoria y secreta.

Por eso, les pido:

Que se derogue o modifique la normativa de la Comisión Europea 1546/2006. ¡Y sobre todo que se haga pública!.
Que se respeten las libertades individuales, así como el derecho a la intimidad y la privacidad.
Que normas secretas como esta no sienten un precedente para futuras leyes.
Que no se legisle de espaldas al Parlamento y a los ciudadanos. No todo vale en nombre de la seguridad y la lucha antiterrorista. Los europeos no queremos parecernos a los Estados Unidos.

Por último, quiero decirles que no he venido aquí a mendigar compasión. Soy un luchador nato porque mis circunstancias me han obligado a serlo. Lo que he venido a exigirles es coherencia y sentido común para legislar. Están representando a 500 millones de personas. No lo olviden.

Quiero darle las gracias a todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí. Ellos ya saben quienes son. Y gracias a ustedes por escucharme tan pacientemente.

Acabaré con un poema del dramaturgo alemán Bertolt Brecht:

Primero se llevaron a los negros, pero a mí no me importó porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos, pero a mí no me importó porque yo no lo era.
Después detuvieron a los curas, pero como yo no era religioso, tampoco me importó.
Luego apresaron a unos comunistas, pero como yo no soy comunista, tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí. Pero ya es tarde.

1 comentario:

These Modern Times dijo...

Excellent! Could not have said it better myself. Now all we need are another fifty million who think as we do and one who currently has real power. Alas, it has ever been so...