miércoles, 11 de noviembre de 2009
Stanford, Volkswagen Automotive Innovation Lab: Audi TTs
Los coches del futuro tienen un reto pendiente, ser capaces de conducir solos.
Muchos modelos incluyen asistencia para aparcar, incluso algunos están programados para evitar peligros, como salidas de la vía y alcances, pero aun no contamos con un coche de calle que sea completamente autónomo. Hace años que investigadores de todo el mundo trabajan para conseguir este automóvil, se ven muchos proyectos, casi todos para uso militar, que es donde mas interés se concentra en crear vehículos autónomos.
Programar un avión o un tren para seguir ciertos parámetros, es relativamente sencillo, la mayor parte de la gente no somos conscientes de cuando viajamos en un aparato automatizado. Los metros, son un ejemplo.
Pero darle autonomía a un automóvil, es otra historia, son muchos los parámetros variables que se encuentra un coche mientras circula. Los avances que se están consiguiendo en este campo, son impresionantes, se crean vehículos que muestran un grado de autonomía mayor y en condiciones cada vez más complicadas y reales.
The Volkswagen Automotive Innovation Laboratory (VAIL) de la universidad de Stanford, esta trabajando en varios proyectos de coches autónomos.
Su proyecto más ambicioso es un "Audi TTs autónomo", concebido como coche de carreras (no para ir a trabajar), un vehículo que pretende llevar al límite los conocimientos sobre este campo, sometiendo al coche a una conducción extrema.
El "Audi TTs de Stanford", se apoya en diversos sensores, y tecnología GPS, para que las computadoras que incorpora, determinen como guiarlo, y no precisamente despacio, el invento tiene el record no oficial de velocidad máxima de un vehículo autónomo, 210 km/h.
Para averiguar donde están los limites de este tipo de coches roboticos, Stanford, se ha propuesto realizar uno de los retos mas bonitos a los que se puede enfrentar una maquina y su piloto en el mundo del motor, completar la mítica prueba de Pikes Peak, International Hill Climb.
Este tipo de retos no son una locura romántica o una excentricidad, sirven para mostrar las capacidades que ofrece la tecnología de la automoción. Saber cómo conducir un coche en condiciones difíciles, ayuda a la prevención de accidentes. La mayoría de los conductores humanos no tienen experiencia, formación o la velocidad de reacción suficiente para controlar un automóvil en caso de necesidad. Las investigaciones de este tipo, tienen un potencial increíble para enseñarnos cómo los coches inteligentes pueden salvar muchas de las vidas que se pierden en accidentes de tráfico.
Para ver el "Audi TTs de VAIL", subiendo el Pikes Peak, tendremos que esperar al año 2010. Hasta entonces, solo podemos disfrutar de un video-promocional del proyecto.
Los éxitos de los coches autónomos de Stanford “Stanley” y “Junior”, que participaron respectivamente en las carreras DARPA Grand Challenge (2005) y DARPA Urban Challenge (2007), han dado pie al ambicioso proyecto del “Audi TTs autónomo” (apodado “Shelley”) de la universidad de Stanford y el Volkswagen Automotive Innovation Lab, pronto veremos de lo que es capaz.
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