Nos quejamos por anuncios ingenuos, que no llevan mensajes negativos o malintencionados. Menuda tontería, no hace falta nada más que sentarse y esperar, para ver publicidad de intenciones claramente sexuales. El sexo vende, crea polémica, te asegura publicidad de varias maneras. Con suerte te prohíben el anuncio, con toda la repercusión adicional, la cosa sale muy rentable.
Si Te quejas de café, te puedes topar con dos botellas de Cucacola llenas. Yo no soy mujer, no me puedo sentir agredido por cierta publicidad sexista, pero cuando veo un chulazo en un anuncio enseñando abdominales, no me siento identificado ni denigrado por ser hombre. Los modelos y actores que aparecen en la publicidad, son dueños de su imagen y tienen derecho a venderla. Es algo tan tonto sentirse aludido por ser rubio, alto, gordo, flaco, hombre o mujer.
Que hombres y mujeres enseñen su cuerpo por dinero no cambiara nunca. El considerar que todas las personas son iguales, mejores o peores, porque un congénere enseñe el culo, no es muy lógico. Quizás el único sentimiento negativo que puede nacer ante cosas como esta, es la envidia y la envidia e mu mala.
Publicidad de Orangina: Mueve tu culo. Shake that Orangina (Costa Rica).
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